lunes, 29 de septiembre de 2014

La Convención de Viena y el Sistema Anglosajón

            Todos hemos visto en las películas americanas esas señales de tráfico tan diferentes a las nuestras, amarillas, incluso estridentes, llenas de símbolos y de rótulos en inglés.
         Algunas se pueden traducir al instante: es la magia de los pictogramas. Una flecha que apunta hacia la derecha, un semáforo dentro de un rombo… o la inconfundible señal de stop, que en los EEUU lleva la misma palabra anglosajona que hemos introducido en España (en otros lugares de habla hispana podríamos ver un PARE o un ALTO dentro del octógono rojo).
         A la hora de señalizar sus carreteras, los países siguen uno de dos sistemas: el anglosajón, empleado en los Estados Unidos y en diferentes países americanos y africanos, y el establecido por la Convención de Viena en 1968.
         España se adhirió a los primeros tratados internacionales sobre regulación de tráfico, comenzando por el de París de 1909.
         En 1926, una conferencia internacional en París acordó, entre otras disposiciones, que el sentido del tráfico debería ser el mismo en todas las vías (o por la izquierda, o por la derecha, pero sólo una de esas opciones por cada país). Se hablaba de cruces, adelantamientos, conducción de vehículos y de animales de carga, de tiro o de silla (carros de vaca, diligencias, caballos con jinete…).
         Un convenio complementario al anterior hablaba de temas como las matrículas o signos distintivos, los carnets de los conductores, los permisos internacionales… incluso obligaba a los Estados a informar de las personas a quienes se había retirado el permiso de conducir en su país, para que tampoco pudieran conducir en el extranjero.
         En 1949, la ONU celebró otro encuentro internacional, que en el mundo de la circulación se recuerda como la Convención de Ginebra; esta convención fue firmada por una treintena de Estados, entre los que no estuvo España porque aún no era miembro de las Naciones Unidas.
         Finalmente, en noviembre de 1968 se celebró la Convención de Viena, a la que se le considera la madre de las normas de señalización que existen hoy en la mitad del mundo, aunque pòsteriormente ha habido otros tratados y documentos jurídicos sobre el tema. Entre los firmantes de Viena están todos los países europeos, incluyendo España, además de otros como Marruecos, Turquía, la China, Japón… mientras que otros países usan el Sistema Anglosajón: Estados Unidos, casi toda América, Australia…
         Las clasificaciones de la Convención de Viena las conocemos perfectamente:

Categoría

Forma
Fondo
Signos
Prohibición
Círculo
Blanco, marco rojo
Negros
Peligro
Triángulo
Blanco (o amarillo), marco rojo
Negros
Obligación
Círculo
Azul
Blancos
Información o recomendación
Cuadrado o rectángulo
Azul
Blancos

         Luego hay otras variaciones, empezando por el stop y el ceda el paso, con sus formas únicas para que puedan ser reconocibles de espaldas en las intersecciones; los rótulos de carreteras o autopistas (cuyos colores cambian en muchos países), y demás.
         El Sistema Anglosajón es completamente diferente, y le da una mayor presencia a los rótulos y textos, lo que a mi juicio complica la vida a los conductores extranjeros. Las señales de la Convención de Viena son intercambiables de una punta a otra del territorio regulado (con excepciones en las señales vinculadas a un sentido concreto de circulación, como las rotondas): un francés no necesita saber alemán para interpretar una señal de prohibido adelantar instalada en Berlín; pero si no sabe inglés y trata de circular por Texas, se encontrará con numerosas inscripciones en inglés sin ningún icono que le ayude a descifrar qué le están diciendo.
         En un artículo posterior hablaremos con detalle del Sistema Anglosajón, y daremos algunas curiosidades también sobre nuestra Convención de Viena. Ahora os dejo con algunas señales nuestras, y su traducción tal y como se pueden encontrar en Estados Unidos.
         Os recomiendo que consultéis la web de la Enciclográfica:

Una curva es una curva, con independencia de sus colores...

Indicativos de velocidad, algunos para tráfico nocturno.
El lema "METRIC" y el símbolo "km/h" indica que no son millas...
Faltaría establecer a partir de qué hora se considera "noche"


No quiero barrer para casa, pero fijaos en toda la información adicional,
que los de Viena resolvieron con una cifra y unos colores





Algunas señales que tendríamos que estudiar antes de conducir por Florida...
¡Aunque la del tsunami no requiere demasiada traducción!




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